Materiales de aleación de cobre y níquel se utilizan ampliamente en muchos campos debido a sus propiedades únicas, y la composición de su aleación es un factor clave para determinar estas propiedades.
En las aleaciones de cobre-níquel, diferentes proporciones de cobre y níquel tendrán un impacto significativo en la resistencia a la corrosión de la aleación. En términos generales, cuanto mayor sea el contenido de níquel, mayor será la resistencia de la aleación a la corrosión del agua de mar. Esto se debe a que el níquel puede formar una densa película de pasivación en la superficie de la aleación, que bloquea eficazmente la erosión de la matriz de la aleación por los iones de cloro en medios corrosivos como el agua de mar. Por ejemplo, en el campo de la ingeniería marina, como la construcción naval, equipos de desalinización de agua de mar, etc., las aleaciones de cobre y níquel con alto contenido de níquel se utilizan ampliamente y pueden funcionar de manera estable durante mucho tiempo en ambientes marinos hostiles, lo que reduce en gran medida el mantenimiento del equipo y costos de reposición.
La composición de la aleación también juega un papel importante en las propiedades mecánicas de las aleaciones de cobre-níquel. A medida que aumenta el contenido de níquel, la resistencia y dureza de la aleación aumentarán gradualmente, mientras que la tenacidad también se puede mantener en un cierto nivel. Esta combinación de buenas propiedades mecánicas confiere ventajas a las aleaciones de cobre y níquel a la hora de fabricar piezas sujetas a cierta presión y desgaste, como en los sistemas de tuberías. Pueden soportar la presión y la erosión de los fluidos y no son propensos a deformarse ni romperse.
En términos de propiedades térmicas, la conductividad térmica y el coeficiente de expansión térmica de las aleaciones de cobre-níquel también cambiarán con los cambios en la composición de la aleación. La adición de níquel reducirá adecuadamente la conductividad térmica del cobre, pero puede ajustar el coeficiente de expansión térmica de la aleación para que coincida mejor con otros componentes, reducir la tensión interna causada por la expansión y contracción térmica cuando cambia la temperatura y mejorar la confiabilidad de todo el componente. sexo. Por ejemplo, en los componentes de disipación de calor de los equipos electrónicos, ajustando la composición de las aleaciones de cobre y níquel, se pueden evitar problemas como conexiones sueltas causadas por diferencias en la expansión térmica, garantizando al mismo tiempo una cierta capacidad de disipación de calor.
Además, la composición de la aleación también afecta las propiedades de procesamiento de las aleaciones de cobre-níquel. Diferentes proporciones de aleaciones de cobre y níquel tienen diferentes grados de dificultad en procesos de procesamiento como fundición, forja y soldadura. Un diseño de composición apropiado puede hacer que la aleación sea más fácil de procesar en componentes de diversas formas complejas para satisfacer las necesidades de diferentes aplicaciones de ingeniería. En resumen, existe una estrecha conexión entre la composición de la aleación y el rendimiento de las aleaciones de cobre-níquel. Al controlar con precisión la composición de la aleación, los materiales de aleación de cobre y níquel se pueden personalizar para satisfacer las necesidades de aplicaciones de ingeniería específicas, proporcionando servicios a muchos campos como la ingeniería aeroespacial, marina, aparatos electrónicos, etc. Proporcionar un sólido soporte material para el desarrollo tecnológico.